Ha sido un mes intenso en Linköping, más fuera de la oficina que dentro. Hemos disfrutado el viaje y nos quedamos con algunos recuerdos que serán difíciles de borrar. Más de uno nos hemos imaginado cómo sería vivir allí, y nos ha gustado la idea... claro que si hubieramos ido en invierno a lo mejor no nos habría gustado tanto, quién sabe. Lo cierto es que ahora mismo, mientras escribo esto con una temperatura de 30 grados casi a las 12 de la noche, incluso la idea de un gélido invierno de seis meses me resulta bastante atractiva.
Os podéis imaginar entonces la sensación agridulce de ver desde el avión por fin ese semi-desierto que es España, nuestro hogar, después de haber vivido un mes en algo parecido a un vergel paradisíaco, con bosques, lagos, praderas... ay. Espero que se me pase cuando vuelva a Galicia, aunque pueda no encontrarme con esas bonitas casas rojas de madera que hay en Suecia, sino con esto o con esto otro. Es lo que tiene saber cuidar el paisaje...
No me puedo despedir sin enviar un saludo a Javi y a Yari, que tanto se han acordado de nosotros en su blog Mejor que los de Linköping
Lo siento tíos, por mucho que insistáis, nadie se cree ya que vuestro viaje a Lowell sea mejor que el de Linköping. Además de por lo que ya os hemos contado sobre Linköping, también porque no hay nada en Lowell que no pudieramos tener también allí.
Desde locales como este, donde disfrutar de un partido de los Celtics
situado en Boston St. al lado de la catedral, hasta coches como este
Por no hablar de que te recojan en el hotel con una limusina
O que te sirvan comida rápida tamaño XXL
Eso sí, admito que vuestro blog no está mal y tiene muy buenas fotos. Enhorabuena.
Y nada más por mi parte. Gracias a todos por vuestra paciencia y espero que os haya gustado este trocito de Suecia que os hemos intentado acercar.
Saludos!!
